Skip to main content
  • Sonderveröffentlichung: Eyb & Wallwitz

Se vuelve más salvaje.

(Tiempo estimado: 4 - 7 minutos)

Adv Eyb shutterstock 1763099351Gestión de divisas. En el caso de los activos invertidos en todo el mundo, los tipos de cambio tienen un enorme impacto en la rentabilidad de la cartera. "Pero como los mercados de divisas han estado tranquilos en los últimos meses, muchos inversores han perdido de vista este aspecto", recuerda Johannes Mayr, economista jefe de la gestora de activos Eyb & Wallwitz, y pronostica: "En 2022, esto cambiará. Los inversores deben prepararse".

"La gestión de las divisas es quizá el aspecto más subestimado de la inversión de capital", reflexiona Johannes Mayr, "porque los tipos de cambio tienen un enorme efecto de palanca debido a los altos porcentajes de variación en un tiempo muy corto. Con un solo golpe, los resultados de la inversión pueden subir o los rendimientos obtenidos con tanto esfuerzo pueden desaparecer".

Sin embargo, en los últimos años este aspecto ha pasado a un segundo plano. "En todas las grandes regiones, la respuesta a la crisis de Covid 19 ha sido una relajación monetaria masiva. Al mismo tiempo, los responsables políticos han conseguido abordar muy bien los riesgos nacionales. Esto condujo a una recuperación igualmente rápida de las economías. En respuesta, los tipos de cambio también fluctuaron comparativamente poco", explica Mayr.

Pero eso, sospecha el economista, podría cambiar en 2022. "En cuanto a la economía, ya hemos superado el pico en algunos países. Otros siguen poniéndose al día. Y eso se reflejará en la política monetaria. El banco central estadounidense, la Fed, por ejemplo, frenará un poco su curso expansivo, el banco central australiano ya ha dado este paso, y el banco central británico está debatiendo concretamente una primera subida de los tipos de interés. Otros, como el BCE, seguirán siendo muy expansivos durante mucho tiempo. En una constelación así, los tipos de cambio suelen moverse con más fuerza. Los riesgos del lado de la moneda se vuelven llamativos".

Quienes quieran contrarrestarlos deben saber primero cómo afectan las variaciones de los tipos de cambio a las distintas clases de activos. "A grandes rasgos, distinguimos cuatro categorías:Acciones, bonos, inmuebles y materias primas, incluidos los metales preciosos", explica Mayr. "Con la renta variable, en cambio, es importante diferenciar entre las empresas de orientación nacional y las de fuerte actividad internacional".

En nuestro mundo globalizado, la mayoría de las grandes empresas hace tiempo que dejaron de estar concentradas en la zona monetaria en la que tienen su sede. A menudo, la mayor parte de los ingresos y los costes se producen en monedas diferentes. Apple, por ejemplo, sólo realiza el 45% de sus ventas en Estados Unidos. Así, al invertir, se produce una cobertura de divisas indirecta. La empresa se beneficia de una devaluación del dólar estadounidense gracias a una mayor demanda de exportaciones y a unos márgenes más elevados en el negocio exterior. Por tanto, el precio de la acción -calculado en dólares- podría subir.

Para el inversor en euros, los efectos del tipo de cambio se compensan en cierta medida. "Lo que domina la cuenta de resultados es diferente para cada empresa, dependiendo de dónde se generen las ventas y de cuántos insumos se obtengan. La cuestión de la deuda externa también influye en los costes", explica Mayr.

El efecto monetario se hace más directamente visible con las inversiones en bonos. "La evolución del tipo de cambio tiene aquí una importancia mucho mayor", explica Mayr. "Una ventaja en los tipos de interés de uno o dos puntos porcentuales puede verse erosionada muy rápidamente por una evolución negativa de la moneda. Si los tipos de cambio fluctúan muy fuertemente, la parte de los bonos, que se supone que aporta calma y estabilidad a la cartera general, también recibe un toque especulativo." Básicamente, con los bonos en moneda extranjera, siempre se trata de saber si hay una alta probabilidad de que quede un rendimiento adicional después de la variación prevista del tipo de cambio.

Según el profesional, lo mismo ocurre con las inversiones ilíquidas, como los bienes inmuebles, la tierra o la silvicultura. "Estas inversiones están ancladas casi al 100% en la región respectiva, todo tiene lugar en la moneda respectiva". A esto se suma la falta de liquidez. "Si hay problemas con el tipo de cambio, es difícil salir de estas zonas monetarias", explica Mayr.

Las materias primas y los metales preciosos ocupan una posición especial en su matriz de inversión. "El riesgo monetario también es alto aquí. Pero el oro o las materias primas se cotizan en dólares. Esto también da lugar a una especie de cobertura indirecta", analiza Mayr. Si el dólar se debilita, esto es lo primero negativo para la cartera de oro. Por otra parte, en tal caso la demanda de los inversores internacionales vuelve a aumentar, porque la adquisición de oro en la moneda nacional se vuelve ahora más barata para ellos.

"La gestión de la moneda", concluye Mayr, "es, por tanto, una tarea desafiante y de múltiples niveles". Muchos inversores reaccionarían de dos maneras. "Algunos apuestan por la previsión, que no suele funcionar muy bien.Los otros en la cobertura, que cuesta mucho". Además, las empresas suelen llevar su propia gestión interna de la moneda."Los que no conocen esto en detalle probablemente se cubren demasiado o muy poco. Entonces, el resultado de la inversión será probablemente diferente al previsto".

"Es mejor entender el riesgo monetario en el contexto general", aclara Mayr. El primer paso es siempre comprobar si los riesgos monetarios no se equilibran entre las diferentes clases de activos. "Por ejemplo, miramos muy de cerca cómo se distribuyen los costes e ingresos de las sociedades anónimas.Y en qué moneda se financian: este aspecto también es importante en la valoración de los bonos corporativos". Al fin y al cabo, no se gana nada si una cartera está óptimamente cubierta de forma indirecta en una clase de activos, pero aparecen riesgos monetarios no deseados en otra.

Una vez hechos estos deberes, Mayr pasa a la pregunta clave. "¿Cuál es la máxima revalorización o depreciación que puedo soportar? Si el riesgo parece entonces demasiado alto, las clases de activos se reparten de forma diferente en las distintas regiones".

Esto, explica el economista, es un enfoque muy diferente al de considerar si se cubre o no el riesgo de divisas para cada inversión individual. "En el conjunto de la cartera, un riesgo cambiario totalmente inesperado puede salir así. La sorpresa suele ser grande cuando los tipos de cambio se mueven de forma significativa".

Una visión global de la cartera es más eficiente, más barata, simplemente más inteligente, dice. En el próximo año, Mayr sospecha que este aspecto será importante. Su consejo: "Prepárate".

-------------------------

// La gestión de los riesgos monetarios: a la manera de E&W.

"En los fondos de Eyb & Wallwitz, gestionamos el riesgo cambiario mediante las llamadas pruebas de resistencia", explica el economista jefe Johannes Mayr. En concreto, los expertos se preguntan:¿Qué ocurre en la cartera en caso de un efecto divisa del x por ciento? Si la prueba muestra que hay un impacto demasiado grande en el rendimiento del fondo en una contingencia, el riesgo es obviamente demasiado alto. "Luego tratamos de reducir el estrés haciendo cambios en las clases de activos".

Actualmente, por ejemplo, el 48% del Phaidros Funds Balanced está invertido en dólares y el 44% en euros. En el lado de la renta variable, el billete verde domina con un 73%. En cuanto a los intereses, la cuota en euros es predominante, con un 92%.

"Nuestro análisis de simulación ha demostrado ahora que la cartera sólo perdería un 2,8% en la parte de renta variable en caso de una devaluación del 10% del dólar. Este es el efecto de la cobertura indirecta a través de las inversiones en empresas internacionales. En general, la cartera se mantiene casi sin cambios, con un 0,8% menos. Eso", concluye Mayr, "lo podemos soportar. Así nos ahorramos los elevados costes de cobertura".

-------------------------

®

Publicación especial:

Eyb & Wallwitz

www.eybwallwitz.de

Dirección de la editorial

  • Private Wealth GmbH & Co. KG
    Montenstrasse 9 - 80639 München
  • +49 (0) 89 2554 3917
  • +49 (0) 89 2554 2971
  • Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Idiomas

Redes sociales