Círculo virtuoso.
Economía circular. El modelo de producción tradicional de la sociedad de usar y tirar está llegando a sus límites en un mundo de recursos escasos y daños ambientales crecientes. La transición a una economía que recicle sistemáticamente los recursos puede ofrecer una salida. Los expertos de Robeco han convertido esto en un tema de inversión apasionante.
Desde la década de 1950, se han producido más de ocho mil millones de toneladas de plástico en todo el mundo. El 79% acabó en los vertederos o en el medio ambiente. Más de cinco billones de piezas de plástico flotan actualmente en los océanos. "Si seguimos así, en 2050 habrá más trozos de plástico en los océanos del mundo por peso que peces", informa Stefanie Rath, especialista de producto de Robeco, y se pregunta: "¿Realmente queremos eso?".
El ejemplo del plástico es una ilustración especialmente llamativa de los problemas a los que se enfrentará el mundo en los próximos años. "Cada año consumimos 1,6 veces los recursos disponibles que rinde actualmente el Planeta Azul. Y si cada persona consumiera tanto como el ciudadano medio estadounidense, necesitaríamos hasta cinco Tierras", dice Rath.
Ya se intuye que esto no puede funcionar. Y la cosa se pone peor. "¿Qué ocurre si el número de personas que pertenecen a la clase media acomodada mundial pasa de 3.500 millones en 2017 a 5.300 millones en 2030, como prevé la Comisión Europea?", se pregunta el experto.
"El enfoque lineal tradicional de tomar, hacer y tirar, es decir, tomar, hacer y tirar, no tiene futuro", concluye Stefanie Rath. "Tenemos una creciente escasez de recursos, por un lado, y el gigantesco problema de los residuos, por otro. Por eso necesitamos un nuevo principio industrial. Y eso sólo puede ser la economía circular".
La idea básica aquí es utilizar los recursos durante el mayor tiempo posible y reciclarlos una y otra vez para obtener el máximo beneficio de ellos. "Hay cálculos según los cuales, aumentando la creación de valor circular del nueve al 15 por ciento actual, podríamos prescindir de un volumen de extracción anual de siete mil millones de toneladas de combustibles, minerales y biomasa para 2030", informa Stefanie Rath.
Poco a poco, estos descubrimientos están llegando a los consumidores. "Es alentador ver cuánta gente en todo el mundo participa en los actos de 'Viernes por el Futuro', que las ventas de alimentos ecológicos alcanzaron un nuevo récord en este país el año pasado, o cuánta gente se preocupa por no comprar plástico o comer menos carne", juzga Rath. Al mismo tiempo, los políticos ejercen presión. Normativas como la prohibición en toda la UE de la producción de plástico de un solo uso, que entra en vigor el 1 de julio de este año, muestran claramente la dirección que están tomando las cosas. "Alejarse de la sociedad del descarte. Hacia un mayor uso de materias primas renovables y el reciclaje".
Esto, según los cálculos de Robeco y Accenture, crea un enorme potencial económico. En general, según los expertos, se podría desbloquear un mercado mundial de 4,5 billones de dólares si se pasara a una economía circular con más reciclaje o se rediseñaran los productos. Esto supone enormes oportunidades para las empresas que operan en este sector.
Para garantizar que los inversores también puedan beneficiarse, los expertos de Robeco han reunido cuatro puntos de partida diferentes en un solo fondo: Rediseño, Tecnologías Facilitadoras, Uso Circular y Recursos Circulares.
"La primera y más importante, porque determina alrededor del 80% del impacto medioambiental, es la fase de diseño, que llamamos Re-Design Input", explica el especialista en productos. Se trata de prestar atención a los recursos utilizados y a su reciclabilidad o biodegradabilidad desde la fase de diseño de un producto. Un ejemplo adecuado es el de un proveedor de alternativas de madera de alta calidad para tablas de terraza. La empresa utiliza residuos -madera reciclada y láminas de plástico usadas- para generar un nuevo producto de larga duración y comparativamente barato.
El segundo ámbito de inversión son las tecnologías de apoyo. "Las empresas del sector de las tecnologías de la información utilizan la digitalización para conectar y optimizar toda la cadena de valor y suministro. De este modo, se puede conseguir, por ejemplo, que se estropeen menos alimentos o que disminuya la tasa de devolución de los pedidos online. Como consecuencia, disminuye la cantidad de existencias invendibles en el sector minorista y la cantidad de residuos que van a parar al vertedero".
También está la cuestión de la economía compartida y el uso circular. "El uso circular puede quedar bien demostrado en el sector de la confección. Especialmente entre los jóvenes, vemos una clara tendencia hacia la ropa duradera, de muy buena calidad y también de segunda mano". Se trata de un acontecimiento disruptivo para la industria de la moda, que hasta ahora se ha caracterizado por una fuerte estacionalidad y productos de rápida rotación. Por ejemplo, cada vez hay más fabricantes de ropa de exterior que prescinden de sustancias químicas nocivas y prestan atención a la duración especialmente larga de sus productos.
El enfoque en el cuarto ámbito -recursos circulares- consiste en reciclar todos los componentes de un producto de alguna forma. Cada vez más empresas de tecnología médica, por ejemplo, recuperan equipos como escáneres para tomografía computerizada al final de su vida útil y los vuelven a hacer totalmente funcionales. Los compradores obtienen el equipo restaurado por menos, y se pueden aprovechar nuevos grupos de clientes que no podrían permitirse un nuevo aparato. "Con el cambio de conciencia de los consumidores y el aumento de la normativa, las acciones de las empresas que utilizan nuestros recursos de forma responsable deberían superar al mercado a largo plazo". ®
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// Cómo invertir - en la Economía Circular.
Una forma de invertir específicamente en la economía circular es a través del fondo RobecoSAM Circular Economy Equities. "Primero examinamos el universo de inversión en busca de empresas que encajen en uno de los temas de Rediseño, Tecnologías Habilitantes, Uso Circular y Recursos Circulares. Además, aplicamos criterios de exclusión y nuestros criterios de sostenibilidad", explica Stefanie Rath. Esto se complementa con un análisis cuantitativo que incluye la posición de mercado de la empresa, la posición competitiva, la solidez del balance, la rentabilidad y la valoración. El resultado es una cartera ampliamente diversificada de entre 40 y 80 valores. Desde su lanzamiento en enero de 2020, el fondo ha generado una rentabilidad del 23% anual después de los costes del fondo (en euros, clase de acciones D) y ha superado claramente al índice de referencia MSCI World. (a 31.03.2021)
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